La inmunidad adaptativa se refiere a la capacidad del sistema inmunológico para reconocer y responder a una amplia variedad de patógenos. Este tipo de inmunidad se desarrolla a lo largo de la vida de un individuo a medida que se expone a diferentes patógenos. La adaptabilidad del sistema inmunológico permite que el cuerpo genere una respuesta específica para cada invasor.
La inmunidad adaptativa se divide en dos tipos principales: la respuesta inmune humoral y la respuesta inmune celular. La respuesta humoral implica la producción de anticuerpos específicos que se unen al patógeno y lo marcan para su eliminación por el sistema inmunológico. La respuesta celular, por otro lado, implica la activación de células inmunitarias, como los linfocitos T, que atacan directamente las células infectadas.
Ejemplos de Inmunidad adaptativa:
1. Una persona que se recupera de la influenza tiene una inmunidad adaptativa que lo protege contra esa cepa particular del virus en el futuro.
2. La exposición repetida a bacterias en el ambiente ayuda a nuestros cuerpos a desarrollar una inmunidad adaptativa contra esos microorganismos.
3. Las vacunas son una forma de desarrollar una inmunidad adaptativa sin experimentar la enfermedad real.
4. Los pacientes que se recuperan del COVID-19 pueden desarrollar una inmunidad adaptativa que los protege de nuevas infecciones.
5. Los pacientes con VIH tienen una inmunidad adaptativa comprometida que los hace susceptibles a infecciones oportunistas.
6. Un paciente que recibe un trasplante de órgano debe tomar medicamentos inmunosupresores para evitar que su cuerpo rechace el órgano, lo que puede debilitar su inmunidad adaptativa.
Sinónimos de Inmunidad adaptativa:
– Inmunidad específica
– Inmunidad adquirida
– Inmunidad adaptativa adquirida
– Inmunidad a largo plazo
– Inmunidad duradera
– Inmunidad memorizada